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El confinamiento por la pandemia del coronavirus está siendo caldo de cultivo para nuevas ideas, iniciativas a distancia y todo tipo de eventos online. Los podcasters no somos ajenos a esta dinámica, y muchos creadores de contenido en audio se han lanzado a generar programas especiales, episodios específicos para estos días, y los propios podcasts sobre coronavirus se han convertido en tendencia alrededor del mundo.

Llevo unos días preguntándome – ahora tengo mucho tiempo para darle vueltas a la cabeza – sobre cómo afectará el cambio de nuestra rutina al consumo de podcasts. No estoy tan convencido de la ecuación «más tiempo en casa = más tiempo para consumir de audio». De hecho, sospecho que la fórmula funciona exactamente al revés.
Y por eso he decidido lanzar una encuesta en Twitter. Nada científico, poco representativo, pero me sirve para confirmar o desmentir mi pensamiento.
Tengo una pregunta para los oyentes de #podcasts encerrados en casa. Muchos podcasters se están lanzando a producir más contenido estos días.
Pero tú, ¿escuchas más o menos podcasts ahora que estás en casa?
— Francisco Izuzquiza (@izuzquiza) March 16, 2020
En el momento de escribir estas líneas, la encuesta muestra que no hay grandes cambios en el consumo de podcasts de la gente que ha respondido. Incluso hay mayor tendencia al «menos» que al «más», que es lo que yo precisamente esperaba.
Así que quería compartir mis reflexiones sobre el podcasting en tiempo de la reclusión por coronavirus. Son ideas perfectamente rebatibles y debatibles, así que os animo a compartir vuestras impresiones a través de los comentarios de este post y de redes sociales. ¿Listos? Allá voy.
Podcasters y coronavirus: Cinco reflexiones.
¿Vas a hacer más contenido? Piensa bien el motivo.
Como digo, la primera reacción de muchos creadores ha sido «si la gente va a pasar más tiempo en casa, tendrán más tiempo para consumir contenido, así que yo voy a generar más podcasts». Creo que en realidad la idea que subyace tras este pensamiento es «ya que estoy en casa y voy a tener más tiempo disponible para desarrollar ideas frente al ordenador, voy a generar más podcasts». Y esto está muy bien, por supuesto. Pero conviene conectar tus deseos e intenciones con la necesidad de quien está al otro lado. Porque…
Las rutinas de tus oyentes han cambiado.
El podcasting está demostrando ser un medio de consumo íntimo. Mediante auriculares, ya lo sabemos. Mucha gente escucha podcasts de camino al trabajo y de vuelta a casa, en el coche o transporte público. Cuando va al gimnasio o sale a correr. Cuando da su paseo diario o saca al perro a dar una vuelta. Justo los momentos que no vamos a tener mientras dure el confinamiento por el coronavirus.
Todos estamos descolocados. La gran mayoría de la gente no está acostumbrada a teletrabajar. Los que escuchaban audio durante sus horas de trabajo ahora están colgados del teléfono o Skype para reuniones y llamadas con sus compañeros y clientes. Nuestras orejas están más ocupadas que nunca. Y quizá, al final de nuestra jornada tele-laboral, suframos de cierta fatiga auditiva (esto existe, de verdad, preguntadle a los técnicos de sonido). Quizá lo que menos nos apetezca es ponernos a escuchar más cosas cuando ya no estamos obligados a ello.
El reto de la vida continua en familia.
Hay quien ya atisba una oleada de separaciones y divorcios cuando la crisis del coronavirus termine. Hay también quien apunta a un «baby boom» dentro de nueve meses. Supongo que, como en los tests, ambas opciones pueden ser correctas.
Muchas personas están viviendo una situación poco habitual: Convivir 24 horas al día con su propia familia. Parejas, hijos, padres, hermanos… Y quizá haya menos momentos de intimidad que en nuestro día a día habitual, lo que, de nuevo, dificulta la escucha personal de contenidos sonoros. Pero esto introduce un elemento más: La obligación de tener nuestras orejas libres para poder escuchar lo que nos quieran decir. A lo mejor tener unos auriculares puestos, en estos momentos, no es la forma más cómoda de pasar la cuarentena.
Nuevos retos, nuevas oportunidades.
Los pesimistas dicen que «crisis» equivale a «problema». Los optimistas lo definen como «oportunidad». Y yo tiendo a clasificarme en el segundo grupo. En este sentido, veo dos tendencias muy aprovechables para el podcasting.
La primera ya se está explotando: La creación de contenidos para redes sociales, especialmente para ser consumidos con una pantalla por medio. Me gustaría saber si Netflix, HBO, Amazon y demás servicios de vídeo en streaming han tenido que reforzar la capacidad de sus servidores para dar servicio a todos sus clientes. Las operadoras de Internet en España ya han avisado, de hecho, de que hay que racionalizar los horarios de ciertas actividades como el gaming para no saturar la red durante los próximos días. La pantalla va a ser la reina en nuestras casas durante las próximas semanas. Será la que nos permita evadirnos, salir de casa sin movernos del sofá. Cuando digo «pantalla» no digo estrictamente «televisión». También hablo del ordenador, de la tablet, del móvil. De directos en Instagram, en Twitter, en Youtube. Si los podcasters conseguimos utilizar adecuadamente estas herramientas a nuestro favor, podremos generar algo de marketing que se transforme en audiencia posterior de nuestro programa cuando todo vuelva a la normalidad.
Y sobre la segunda tendencia que quiero comentar no he visto demasiado movimiento: La generación de contenido para ser consumido en familia. Dado que nos va a resultar incómodo, complicado, llevar los auriculares todo el día sin que nuestra escucha se vea interrumpida por la actividad y necesidades de nuestra familia, quizá sea el momento de pensar algo diferente que pueda ser escuchado por todos a la vez. Como los viejos tiempos en que pequeños y mayores se reunían en torno a la radio del salón. ¿Alguna idea?
Por favor, no me hables más de coronavirus.
Yo, particularmente, estoy saturado. Como no salimos de casa, consultamos y escribimos en redes sociales más que nunca. Cada vez que abrimos Whatsapp tenemos decenas, si no cientos, de mensajes esperando a ser leídos. Y mucho de todo ello habla del coronavirus, de la situación que estamos viviendo. Dudas, memes, noticias de última hora, consejos para teletrabajar, informaciones y desinformaciones sobre el momento que estamos viviendo. Parece que no hay otro tema en el mundo. Y oye, seguro que los hay. Sólo es cuestión de buscarlos.
Si no podemos salir de casa, encontremos algo que nos ayude a viajar, a respirar, sin movernos del lugar. Creémoslo.