Renovarse o morir: todo un clásico. Una idea más vigente que nunca, especialmente en el mundo de las empresas. Y por supuesto también en nuestro sector, el radiofónico, de donde nacen desarrollos como el del podcasting.
Podcasting frente a radio tradicional.
Comenzó siendo un invento de cuatro locos que se sentaban en casa a hacer radio amateur. Continuó como un almacén de audios que quedaban guardados por los siglos de los siglos por si algún oyente se había perdido cierto contenido que ya se había emitido en antena. Y de hecho, una pequeña encuesta nada científica que ayer hice a través de mi cuenta de Twitter muestra que muchos consumidores todavía consideran esta libertad de horarios como valor principal del podcasting.
Estoy escribiendo un post titulado «Por qué creo en el podcasting».
Y me gustaría saber… ¿Por qué consumes podcasts frente a radio?
— Francisco Izuzquiza (@izuzquiza) 20 de diciembre de 2016
Hoy por hoy se habla del boom del podcasting. Y, en mi opinión, no existe esa explosión. Simplemente el formato ha crecido hasta hacerse conocido por un público al que antes no llegaba y el boca a boca comienza a hacer su trabajo. Una industria que lleva muchos años de desarrollo a sus espaldas.
Lo que sí comienza a aparecer es la estructura necesaria para dotar de profesionalidad al podcasting. Y cuando digo profesionalidad, me refiero simple y llanamente a convertirlo en un ámbito de interés para que el dinero empiece a circular a través de él. Hasta ahora, en su mayor parte, era un sector basado en el amor al arte.
La flexibilidad como arma y elemento diferenciador.
Siempre se ha dicho que la radio es el medio más ágil entre los mass media (televisión, prensa, cine). Y lo sigue siendo porque no hay ningún otro formato que pueda ofrecer un producto atractivo en directo usando algo tan común como un teléfono (la TV puede hacerlo, pero queda extraño en pantalla).
Sin embargo, el propio sistema empresarial de la radio la ha convertido en un medio que se desplaza con la agilidad de un transtlántico en otros ámbitos. Hoy por hoy en España las grandes emisoras generalistas se dedican a copiar mutuamente sus esquemas de programación y sus temas en antena. Las radios musicales aplican unos criterios que pasan cualquier estilo musical por el filtro del pop, impidiendo la verdadera especialización en su ámbito. Como oyente te va a ser complicado encontrar algo «diferente» en alguna de todas ellas. Como profesional, vas a necesitar mucha suerte si quieres aportar algo realmente nuevo porque pocos se arriesgan a probar.
Y es aquí donde el podcasting ofrece un campo de pruebas casí, casi infinito. Por suerte o por desgracia las reglas todavía no están escritas en este sector. Todo se rige por el «ensayo y error» a un nivel bastante básico porque nadie puede contar a ciencia cierta dónde está el futuro. Y el que venda lo contrario no está siendo honesto.
Creo en el podcasting como un formato con vida propia y posibilidades más allá de la radio.
¿Cuál es la parte buena? Que hoy en día puedes encontrar todo tipo de temas en formato podcast que jamás habrías escuchado en la radio convencional. Investigaciones periodísticas de gran nivel en Podium Podcast. Entrevistas y temas tratados en profundidad en SpainMedia Radio. Ideas independientes como Todopoderosos que están aportando todo un camino a seguir. Menciono sólo los casos más profesionales – y me dejo muchos más – y dejando de lado las interesantísimas miles de propuestas a nivel amateur que puedes escuchar. Y si vuelves a mirar la encuesta que puse antes, la diversidad temática es lo segundo más valorado por parte de los oyentes. Los consumidores empiezan a encontrar respuesta a una falta de temas que hasta ahora nadie había satisfecho.
Las empresas comienzan a apostar por el sector a nivel de producción. Más lentamente a nivel publicitario, aunque ya existen casos en nuestro propio país. Y si me vuelves a aceptar la encuesta como signo de algo, parece que la gran mayoría de los oyentes entienden que tiene que haber un pago por el producto que bien puede ser el consumo de publicidad.
Queda mucho por crecer. Queda mucho por inventar. Quedan muchos problemas por solventar que hoy ni nos imaginamos. Pero será una buena señal: un signo de que el mundillo sigue vivo y creciendo. Estoy convencido de que 2017 será un año determinante para el podcasting en España. Y, pensándolo bien, 2016 ya lo ha sido.
Sigamos trabajando en ello.
Totalmente de acuerdo Francisco, el podcasting este año 2016 ha tenido cosas muy interesantes y se han dado pasos que antes no se daban, incluso a nivel amateur. Yo estoy convencido que si 2016 ha sido el año del podcasting y que también lo será 2017. Cada año van a venir cosas nuevas. gente nueva y la gente que hace años estamos en este medio vamos a aprender más todavía y a abrir nuevos caminos.
El podcasting tiene que ser de todos y todos tenemos que tirarlo para arriba, es nuestro Gulliver y necesita levantarse con ayuda para que todos vean lo gigante que es.
Saludos
José David Delpueyo
Director de la red Nación Podcast
@sunne
Estoy de acuerdo contigo en que será necesaria cierta conciencia de «industria», de colectivo o como queramos llamarlo, para sacar todo esto adelante. El mundillo podcaster en España es lo suficientemente pequeño como para establecer sinergias entre todos, y lo suficientemente grande como para generar muchas ideas y atraer nuevos intereses.
Y a partir de ahí, toca darse a conocer.
¡Gracias por tu comentario José David!
Francisco muy interesante tu opinión y coincido totalmente sobre esta nueva manera de hacer radio.
Lo que más valoro del Podcasting es la posibilidad de poder escoger los contenidos que queremos escuchar. Ya no nos vale con encender «el transistor» y que otro decida lo que es mejor (o en algunos casos único) para mi; ahora queremos tener la libertad de seleccionar aquello que nos guste o interesa.
Me hice seguidor de vuestro podcast, «El Enganche», porque estaba cansado de escuchar siempre a los mismos protagonistas, en los mismos programas de toda la vida y con los mismos locutores.
Ahora el protagonista soy yo. El que prefiere las buenas -o malas- historias de fútbol pero siempre interesantes. Aquellas que no necesariamente gustan a la masa que sigue a los grandes clubes y a sus millonarias estrellas.
Larga vida al Podcasting.
Gracias por el comentario y me alegro de que te gusten tanto el post como «El Enganche», Roberto.
Sí, está claro que la libertad que aporta el podcasting es su fortaleza fundamental, tanto para oyentes como para creadores. Y a partir de aquí podemos jugar a imaginar y a hacer realidad todo eso que nos pasa por la cabeza. No hay nada escrito todavía.
¡Larga vida!